Me mudé a Granada para estudiar el grado de Nutrición Humana y Dietética, viví un año de Erasmus en Porto, una ciudad muy especial. Entre tú y yo, en la carrera aprendí bien poquito de lo que ahora considero que deberían enseñar.
Aún no había terminado el graduado y ya estaba trabajando como Nutricionista, en una clínica en la que aprendí muchísimo en muy poco tiempo y, lo más importante, descubrí lo que como profesional no me emocionaba, que la gente perdiera peso a cualquier precio, en definitiva rompí con la cultura de dieta.
Poco después de graduarme, en plena pandemia, mis maravillosos ovarios me animaron a abrir mi propia consulta, con una oportunidad que eternamente agradeceré.
Vi una necesidad popular: los problemas digestivos, una motivación personal: la salud hormonal de la mujer, junto a la oncología y una perspectiva que me hacía feliz: la psiconutrición.
Actualmente, también trabajo en la Asociación Española Contra el Cáncer, la historia de cómo llegué aquí es muy bonita.
Esta maravillosa profesión me sedujo de forma espontánea, durante todo el instituto quise tener mil profesiones, pero mira que bien estoy. Y tanto que bien, nací para esto seamos sinceras. Es un rasgo más de mi persona como ser alta, cabezona, divertida o porfiona.
A los 19 años viví una depresión muy fuerte, con episodios ansiosos y evidente impacto sobre mi relación con la comida y mi cuerpo, estos años marcaron mi estilo profesional, no quiero romantizar la depresión porque ¿quién sabe si hubiese llegado al mismo punto sin aquel episodio tan doloroso? Da igual el modo, lo importante es que no trabajo con dietas, restricciones ni a costa de la salud mental.
Bueno que me enrollo, me gustaría terminar hablandoós de mi amiga y compañera Ana:
Confío en ella y en su trabajo a ciegas, es tan inteligente, divertida y ocurrente no sabéis la suerte que tenéis de contar con profesionales como ella actualizadas, que no se dan por vencidas, priorizando la salud en todo tu ser, se involucra y os cuida con el corazón.
Para ponerle el broche final me declararé su admiradora, sin más.
Un beso con sabor a papaya.
Todo empezó en la mágica ciudad de Granada, lugar donde viví como estudiante del grado de Nutrición Humana y Dietética, y en Italia, país que me enamoró por muchas cosas, y sobre todo por su gastronomía.
En mi primera experiencia como nutri tuve la suerte de poder desarrollar interés por distintas ramas de la nutrición, como la infancia, ahí empecé a entender lo importante que es el aprendizaje en edades tempranas y el apoyo que esto supone a la larga. Desde ahí me involucré en crear un entorno sano en los peques, enseñarles a valorar y apreciar la comida, y en definitiva a ser más felices.
Una vez metí de lleno en la nutrición infantil, todo fué rodado, me interesaba demasiado la rama clínica, así seguí con el máster de nutrición clínica y endocrinología y trás él en nutrición oncológica, patologías digestivas en adultos y nenes, cirugía bariátrica, renal, etc.
¿Cómo llegué a estar hoy aquí? Simplemente desde pequeñita me fascinaban los alimentos y esa inquietud me acompañó hasta el momento de decidir mi futuro.¿Ahora? Me centro plenamente en dar lo mejor de mi a cada persona que pasa por consulta y poder transmitir la pasión que me genera todo lo que engloba la alimentación, la sostenibilidad, el amor por lo que haces, los sabores, colores, texturas y emociones que pueden generar los alimentos.
¿Qué puedo decir de Lide? Es una persona muy viva, que se mueve únicamente por sus principios (eso es difícil de encontrar hoy en día), tiene una capacidad exagerada de hacerte sentir agusto literalmente bajo cualquier circunstancia, y entregada con su trabajo y sus pacientes, los cuáles los trata como a su familia. Es sincera hasta la médula y siempre mira por y para los de su alrededor. ¡Os la recomiendo como amiga y profesional sin duda alguna!
Un beso con sabor a limón.
Me licencié en Psicología e hice el Máster en Psicología General Sanitaria en mi querida Granada. Gracias a una preciosa amistad con dos hermanas isleñas, empecé a ejercer como psicóloga en Fuerteventura y después, en Gran Canaria.
Mi pasión por los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) no pudo más que crecer en estos años, al dedicarme de lleno a ayudar a personas con TCA y a sus familias a afrontar este complejo problema y los trastornos emocionales asociados.
Al terminar el Máster sanitario, decidí especializarme en Terapias de 3a Generación en la UAL. La Terapia de Aceptación y Compromiso y el Mindfulness, cambiaron mi forma de Ser y Estar en el mundo y la visión de cómo quería ejercer mi profesión.
Al hacer de estas terapias mi propia filosofía de vida, disfruto compartiendo mi experiencia y acompañando a las personas en su propio proceso de sanación consigo mismas en mente, cuerpo y alma.
Y hablando de cuerpo, mi labor aquí será ayudarte a trabajar tu relación con la comida y tu cuerpo, porque, la manera en la que comemos y tratamos nuestro cuerpo es una muestra de cómo nos queremos.
No puedo estar más feliz de contar con mis compañeras nutris Lide y Ana cerrando este combo perfecto de Psiconutrición. Grandes profesionales y bellas personas que ponen pasión y corazón en lo que hacen, añadiendo el complemento de nutrición fundamental a mi trabajo.
Un beso con sabor a melón.